EUROPA PRESS

9 julio 2024

 

Pérdida de volumen y consistencia de la mama, ¿por qué se produce?

 

Las mamás están formadas por lobulillos, conductos, tejido adiposo, y tejido conectivo fibroso en diferente proporción. Con la edad se producen cambios en las mamas, normalmente relacionados con una disminución de la producción de estrógenos y con la menopausia; de manera que el tejido de la glándula mamaria se encoge, lo que hace que las mamas sean más pequeñas y estén menos 'llenas'. A la vez, el tejido conectivo que soporta las mamas se vuelve menos elástico y éstas pierden turgencia.

 

"Sin embargo, esto no tiene que ver con el concepto radiológico de densidad mamaria, ya que, con la edad en general, la densidad mamaria (radiológicamente hablando) cambia, pero a veces poco; un proceso benigno y normal", tal y como aclara en una entrevista con Infosalus María Isabel Díez Pérez de las Vacas, jefa de Sección de patología mamaria y ginecológica del Servicio de Radiodiagnóstico del Hospital Gregorio Marañón de Madrid.

 

Esta especialista nos especifica que el término ‘tejido mamario denso’ se refiere al aspecto del tejido mamario en una mamografía, que es un hallazgo "normal y frecuente". "Como hemos comentado, el tejido mamario está compuesto por glándulas mamarias, conductos galactóforos, y tejido de sostén (tejido mamario denso), y tejido graso (tejido mamario no denso). Cuando evaluamos una mamografía, las mujeres con mamas densas presentan más tejido denso (se ve blanco en la mamografía), que tejido graso (que se muestra como oscuro y transparente), y esto hace que resulte difícil ver a través de ellas", mantiene.

 

Por su parte, el médico radiólogo especialista en mama en el Hospital Clínic de Barcelona, Sergi Ganau, en otra entrevista con Europa Press Salud por su libro ‘Mamma’ (Espasa), en el que trata este asunto, comenta que "al establecerse la menopausia y los niveles de estradiol ponerse bajo mínimos, toda la mama sufre las consecuencias".

 

En concreto, detalla que la piel pierde hidratación y esta sequedad genera picor; al mismo tiempo que cita que el color del pezón también puede variar porque los estrógenos desempeñan un papel importante en su pigmentación. "La caída en picado de estos provoca la disminución de su coloración. Pero, además, las estructuras más profundas de la piel, como el colágeno, también pierden firmeza y elasticidad, lo que acaba favoreciendo la aparición de arrugas. Esta involución, cómo no, también afecta a los conductos galactóforos", agrega.

 

Recuerda que durante un tiempo para revertir los efectos de la menopausia se recetó el tratamiento hormonal sustitutorio, en el que se proporcionaban a las pacientes estrógenos sintéticos, si bien, tal y como sostiene, "se ha visto que esta administración podría ser contraproducente y con efectos secundarios como el incremento del cáncer endometrial, de mama, o de eventos cardiovasculares", por lo que indica este radiólogo experto en mama que este tipo de terapias se han dejado un poco de lado.

 

Pero, en cierta manera, añade que, aparte de buscar nuevas soluciones terapéuticas, las normas básicas de alimentación correcta, así como una disminución del estrés (puede afectar al ciclo menstrual a las hormonas), pueden colaborar en la reducción de esos efectos de la menopausia en la mujer.

 

Los distintos niveles de densidad mamaria

Los radiólogos al valorar una mamografía asignan un nivel de densidad en función de un sistema de informe de resultados, denominado ‘BI-RADS’ (acrónimo de’ Breast Imaging-Reporting and Data System’ en inglés), y con frecuencia se registra en el informe de la mamografía mediante una letra o su descripción.

 

En concreto, la doctora Díez Pérez de las Vacas determina que los niveles de densidad mamaria son cuatro:

 

A.     Predominantemente graso: El tejido de las mamas está compuesto por grasa casi en su totalidad; aproximadamente, 1 de cada 10 mujeres tiene este resultado.

 

B.    Áreas dispersas de densidad fibroglandular, en LA que hay algunas áreas dispersas de densidad, pero la mayor parte del tejido mamario es no denso; aproximadamente 4 de cada 10 mujeres tiene este resultado.

 

C.    Heterogéneamente denso, e implica que hay algunas áreas de tejido no denso, pero la mayor parte del tejido mamario es denso; aproximadamente 4 de cada 10 mujeres tiene este resultado.

 

D.    Extremadamente denso, en el que casi todo el tejido mamario es denso; aproximadamente 1 de cada 10 mujeres tiene este resultado.

 

No se sabe con certeza por qué algunas mujeres tienen una gran cantidad de tejido mamario denso y por qué otras no; pero tal y como detalla esta especialista en radiodiagnóstico de la mama del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, algunas de estas condiciones son:

 

            Edad: El tejido mamario tiende a ser menos denso a medida que envejeces, aunque algunas mujeres pueden tener tejido mamario denso a cualquier edad.

 

            Índice de masa corporal bajo: Las mujeres con menos grasa corporal son más propensas a tener tejido mamario más denso, en comparación con las mujeres que tienen obesidad.

 

            Terapia hormonal para tratar la menopausia: Las mujeres que reciben una terapia de combinación hormonal para aliviar los signos y síntomas de la menopausia son más propensas a tener mamas densas.

 

Con todo ello, esta experta recuerda que, con el tiempo y gracias a diferentes estudios científicos que han salido publicados, se ha visto que las mamas densas asocian dos problemas importantes: Aumentan la posibilidad de que no se detecte el cáncer de mama mediante una mamografía, ya que el tejido de mama denso puede ocultar un posible cáncer; al mismo tiempo que se incrementa el riesgo de padecer cáncer de mama, aunque se desconoce el porqué.

 

El papel de las mamografías

Así, la jefa de Sección de patología mamaria y ginecológica del Servicio de Radiodiagnóstico del Hospital Gregorio Marañón mantiene que la mamografía continúa siendo el método de imagen aceptado en los programas de cribado de cáncer de mama: "El objetivo de este cribado es detectar el cáncer de mama en su etapa más temprana, ya que la evidencia demuestra que el tratamiento en las primeras etapas es más efectivo, estimándose que el cribado reduce la mortalidad del cáncer de mama en un 20%".

 

Basado en la evidencia de la que se dispone en la actualidad, tanto la Sociedad Europea de la Imagen Mamaria (EUSOBI), como múltiples organismos nacionales, tal y como asegura la doctora Díez, apoyan el cribado de cáncer de mama bienal en las mujeres con riesgo promedio de los 50 a los 69 años; como segunda prioridad la extensión a un cribado bianual de los 70 hasta los 73-75 años; y como tercera prioridad un cribado anual de los 40-45 a los 69 años.

 

"Se considera que las mujeres con mamas densas, pero sin otros factores de riesgo de cáncer de mama, tienen un riesgo mayor de presentar cáncer de mama que el promedio, y es probable que se vean beneficiadas por el análisis anual para detección de cáncer de mama", agrega esta doctora.

 

A su vez, ve recomendable esta experta la autoexploración mamaria regular, así como observar si existe lesión, retracción de la piel, hundimiento del pezón, secreción, enrojecimiento, o cambios en la piel; todos ellos motivos por los que es necesario acudir a un especialista.